Editado por Tirant lo Blanch y aparecido en Bogotá en 2020, cuenta con la colaboración de la Universidad LIbre de Colombia a través de su profesor Luis Alberto Torres, y de un elenco de profesores iberoamericanos que incluye a Margarita Ramos o Antonio Ojeda entre los españoles, y a Francisco Tapia, Rolando Murgas, Héctor Jaime, Cristina Mangarelli o Gustavo Gauthier entre los latinoamericanos, sin olvidar a Sanguineti Raymond. El tema central del libro es el influjo de la OIT en los Ordenamientos jurídicos nacionales de América Latina, una evidencia que llama la atención si comparada con el descuido con el que se trata a esta histórica institución, tan trascendente para el Derecho del Trabajo, en América del Norte o en Asia. Pero a través de sus páginas asciende hacia el lector la presencia de una institución discreta, poco dada a alardear de sus éxitos, que prefiere imponer sus ideas y convicciones de progreso humano a través de la persuasión y el consenso antes que mediante la imposición por la vía condenatoria. Una posición de vieja dama -como se le ha etiquetado-, o de gentil caballero, tan distante del mundo presente, hecho a golpe de represalias y acusaciones en el estilo de las relaciones comerciales internacionales, en donde tarde o temprano la OIT recalará aunque pueda mantener -y todos lo esperamos así- su austero porte de gentleman.
