El próximo 20 de mayo, veinte años después del alevoso asesinato del catedrático Massimo d’Antona a manos de un grupo terrorista, la Facultad de Ciencias Políticas de la Universidad La Sapienza, donde enseñó, ha decidido honrar con su nombre el Aula XIII de la misma, en un solemne acto presidido por el Presidente de la República y el Rector de la Universidad, y al que acudirán multitud de profesores de Italia y otros países, en recuerdo de tan querido especialista que reformó la legislación de funcionarios públicos mediante una normativa que aproximó su régimen jurídico al de los trabajadores.
A continuación del acto habrá otro más intimo y sencillo, depositando un ramo de flores en la lápida que el Ayuntamiento de Roma colocó en el lugar donde cayó asesinado, en las tapias de Villa Borghese, cerca de su vivienda. En la lápida, como colofón del sentido recordatorio, figuraba un lema que ha quedado impreso en la mente de todos los que conocieron al profesor: «Non omnis moriar».