IERI-Sevilla

I Foro sobre Buenas Prácticas de Empleo: Alemania

Publicado el 29/06/10 a las 8:44h

Con la presencia del Secretario General del Consejo Andaluz de Cámaras de Comercio, Industria y Navegación, de la Decana de la Facultad de Ciencias del Trabajo y del Presidente del IERI, se celebró el 28 de junio el I Foro del ciclo sobre Buenas Prácticas de Empleo que se llevarán adelante por el proyecto conjunto ECOGES a lo largo del presente año. Este I Foro, a pesar de lo avanzado de las fechas, contó con 60 participantes, principalmente de Sevilla.

Intervinieron los expertos Dr. Manfred Schnitzler, gerente de prestaciones por desempleo de la Agencia Federal Alemana del Trabajo (Bundesagentur für Arbeit, BAA), y de D. Miguel Montero, sociólogo experto en políticas de empleo alemanas. Con rigor y claridad expusieron los pros y contras del modelo alemán, en especial de la reducción de jornada, el trabajo a tiempo parcial y el aprendizaje dual, a partir de los dos grandes paquetes de incentivos de 2008. En el Kurzarbeit, o reducción parcial de jornada por crisis, el servicio de empleo alemán abona el 60 por 100 del salario perdido, durante doce meses. La prestación por desempleo tiene esta duración máxima de doce meses, tras los cuales se pasa al subsidio de desempleo, en el que intervienen también los Ayuntamientos.

Alemania tiene 40 millones de trabajadores en activo y 3.200.000 parados, y en abril de 2009 se reconocieron 1.375.000 reducciones de jornada por crisis, que se estima han evitado medio millón de parados completos. Basta con una reducción del 10 por 100 para obtener la prestación proporcional, en lo cual parece haberse inspirado el reciente RDL español 10/2010, pues anteriormente también en Alemania la reducción debía ser al menos del 30 por 100 de la jornada normal.

Para los expertos, la principal motivación de los empresarios alemanes al reducir jornada en lugar de despedir consiste en retener la mano de obra cualificada cuya pérdida, como demostraron las crisis de 1991 y 1993, es muchas veces definitiva cuando la economía vuelve a su cauce normal.

Los orientadores de empleo establecen la hoja de ruta con cada desempleado, al que califican conforme a una de las cuatro necesidades de ayuda siguientes: activación, mercado, consejo y apoyo. En la activación (para desempleados sin interés en un nuevo empleo) las sanciones pueden ser muy duras, como por ejemplo reducir la prestación de desempleo un 10 por 100 por cada falta a una cita con el orientador, o suspender la prestación por no acudir a una oferta de empleo propuesta, y en los casos más extremos suspender incluso la cobertura sanitaria, lo que plantea problemas de constitucionalidad, como afirmó uno de los expertos.

En 2009 la prestación por desempleo tuvo unos ingresos de 34.000 millones y unos gastos de 48.000, déficit que se ha enjugado con un remanente que ya se ha acabado en el presente año.

La Agencia Alemana para el Empleo tiene 117.000 empleados.

Ponencia Schnitzler: Dr. Schnitzler

Ponencia Montero: Sr. Montero

Los ponentes con la Vicedecana González Limón y una parte del equipo ECOGES

Asistentes al I Foro, en el Salón de Grados de la Facultad de Ciencias del Trabajo

Los expertos Schnitzler y Montero, con la Vicedecana Miryam González Limón

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